Espada de Ceñir para Oficial de Infantería, Modelo 1867 -España-
1. Descripción
La espada de ceñir para oficial de infantería Modelo 1867 es una espada de ceñir de hoja recta (75 cm.), con lomos redondeados en el primer tercio y filo a tres mesas en el resto. El peso del arma (sin la vaina) es de 675 gr. y su longitud total es de 905 mm.
La hoja de este ejemplar presenta por un lado la inscripción "Toledo" y por el otro "1868". Se conserva parcialmente la vaina, que ha perdido el tercer tercio y que pudiera no ser la original de este ejemplar, en tanto en cuanto el escudo de armas que presenta en forma de "botón" para el tahalí no parece coetáneo al que se muestra en la cazoleta (reinado de Amadeo de Saboya).
El escudo de la vaina no muestra ni las flores de lis (reinado de Isabel II y de Alfonso XII) ni la cruz de Saboya, por lo que podría datar bien de la Regencia del general Serrano o bien de la Primera República. Resulta dudoso, no obstante, pues la corona es la real y no la mural propia de las indicadas épocas.
El escudo de la vaina no muestra ni las flores de lis (reinado de Isabel II y de Alfonso XII) ni la cruz de Saboya, por lo que podría datar bien de la Regencia del general Serrano o bien de la Primera República. Resulta dudoso, no obstante, pues la corona es la real y no la mural propia de las indicadas épocas.
En el anverso de la concha exterior se encuentra el escudo de España con corona real correspondiente al reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873) rodeado por hojas de roble. La concha interior presenta un bajorrelieve ornamental.
El escudo de Saboya nos hace datar este ejemplar entre 1871 y 1873, pero curiosamente la hoja, como hemos visto, está fechada en 1868, lo cual nos da una pista acerca del proceso de producción de estas espadas. Presumiblemente, la Fabrica de Armas de Toledo producía las hojas y, posteriormente, las vendía a terceros (comerciantes, por ejemplo) que encargaban por su parte la fabricación de la guarnición y vaina y el ensamblaje de las espadas para su posterior venta.
Ello es coherente con lo que apreciamos en nuestro ejemplar de Sable para Oficial de Infantería, Modelo 1887, que presenta una hoja de la Fábrica de Armas de Toledo reglamentaria, pero tiene una guarnición y vaina que sólo son reglamentarios en apariencia, puesto que en lugar de estar fabricadas en acero como manda la norma lo están en alpaca, que no se oxida y pesa menos, aunque obviamente no es recomendable para el combate.
(Más sobre este sable aquí: https://mylittlearsenal.blogspot.com/2020/01/sable-oficial-infanteria-mod.-1887.html).
2.1. Espadines y Espadas de ceñir. Este tipo de armas, poco optimizadas para el combate, aparecen en el ámbito militar español en el siglo XVIII, debido a que la espada dejó de emplearse como arma de combate. En esta época la tropa utilizaba fusiles con bayoneta, los oficiales espontón (una lanza corta que se usó entre 1704 y 1768) y los Sargentos alabarda hasta 1787 (en que se los armó como a la tropa). En esta misma época se acuña en Reino Unido el término "Spadroon" para referirse a una espada con guarnición de espadín, pero una hoja algo más sustancial que ya venía utilizándose allá a finales del S. XVII.
En este contexto, la espada quedó relegada a ser un artilugio de ceremonia (en combate, eran preferibles los sables) y fue evolucionando hacia diseños más orientados a la comodidad (poco peso y reducidas dimensiones) y a la ostentación del estatus social y económico del portador. Las espadas militares se asimilaron al espadín cortesano que nos define ALMIRANTE como "inofensivo y conocido pincho que todo el mundo llevaba en el siglo pasado".
De hecho, hasta tal punto llegó el despropósito, que las espadas más que armas eran joyería. Véanse unos ejemplos del Museo Militar de Barcelona:
Visto que en materia espadera se había perdido el norte, al menos en lo que al ámbito castrense se refiere (los civiles que porten lo que quieran, es un país libre) se dictó en 1785 una ordenanza que nos describe CLONARD como relativa "al lujo introducido en la clase de jefes y oficiales. Palpándose la imposibilidad de que los militares pudieran hacer gastos que requerían adornos tan impropios de su profesión, sin contraer deudas y atrasos que les era imposible satisfacer, se mandó que todo oficial hasta la categoría de brigader inclusive (se ve que los generales hicieron "lobby" para poder seguir portando lo que les viniera en gana), usará precisamente el uniforme que está prescrito, sin que pudiese alterar en su forma y en sus detalles la más pequeña circunstancia. Desterráronse los espadines (en referencia a los espadines cortesanos -las aberraciones, armamentísticamente hablando, ilustradas arriba-)".
En resumen, que con lo que pagábamos a los oficiales no les daba para permitirse lujo alguno (nada ha cambiado), pero como buenos españoles, no iban ellos a ser menos, y se endeudaban si era menester, por honor, claro, para que no les hiciera sombra el vecino y, si era posible, hacerle sobra a él.
Similares penurias se narran en las novelas de C.S. Forrester, en las que el pobre oficial de la "Royal Navy", el joven Mr. Hornblower, sólo puede permitirse una espada de dudosa calidad (que aparentase un mínimo, eso sí, mientras brille el dorado de la guarnición a quién le importa el templado de la hoja) que, al entrar en combate, rápidamente y con buen criterio descarta para armarse con un sable de abordaje. En todos sitios cuecen habas.
En el mismo sentido, nos indica CALVÓ, que en las Ordenanzas de 1793 se establecía: "Prohíbo el uso de otra clase de espadas y evillas que las doradas establecidas en mi Armada y Exercito para con el uniforme .../... e igualmente prohíbo el uso de dos reloxes, y el de diamantes, aún en las veneras de las Órdenes Militares".
Presumiblemente, hasta la Espada de Ceñir para General y Brigadier (R.D. de 30 de mayo de 1840) no existieron modelos "oficiales" de espadas para los distintos cuerpos e institutos. Sí existían modelos "comerciales". Es posible que existiera un modelo de espada "isabelina" empleada por los oficiales de infantería con anterioridad al modelo de 1867. DEL FRAXNO y DE BOULIGNY nos describen una "Espada de oficial de infantería - Hoja como la de Artillería, con la diferencia de tener los filos formados a tres mesas (como el Mod. 1867) Guarnición como la de Artillería. Vaina de suela como la de Artillería". La espada de artillería a la que se refieren es la Espada de ceñir para Oficial de Artillería, Mod. 1843:
Existiera o no el modelo "isabelino" de espada ceñir para oficial de infantería, sí parece haber evidencias de que este tipo de espada fuera utilizado por oficiales del arma de infantería. CALVÓ se refiere, por ejemplo, a una espada de ceñir de este tipo, datada hacia 1860, sin atributos de determinado cuerpo o arma que se encuentra en el Museo Militar de Barcelona y cuyo propietario sería conocido y habría sido un oficial de infantería.
2.2. Espada de Ceñir para Oficial de Infantería, Modelo de 1867. Esta espada se adopta por R.O. de 30 de enero de 1867 y aparece descrita en el Reglamento de Uniformidad para el Arma de Infantería aprobado por R.O. de 18 de agosto de 1877, siendo sus características las indicadas más arriba. Existe, también, una variante para oficial de la Administración Militar que tiene guarnición de alpaca.
Debido al largo periodo histórico en el que se hizo uso de esta espada existen al menos tres variantes que se diferencian en el escudo de España grabado en la cazoleta (son cinco periodos históricos distintos).
- Reinado de Isabel II (hasta 1869): Escudo con corona real y flores de lis en el centro.
- Regencia del General Serrano (1869 a 1871): Escudo con corona mural y sin flores de lis.
- Reinado de Amadeo de Saboya (1870 a 1873): Escudo con corona real y la cruz de Saboya en el centro.
- Primera República (1873 a 1874): Escudo con corona mural y sin flores de lis ni cruz de Saboya.
- Reinado de Alfonso XII (desde 1874): Escudo con corona real y flores de lis en el centro.
3. Sustitución por el Sable Modelo 1887
Por R.O.
de 27 de mayo de 1887 se aprobó el Sable
para Oficial de Infantería Mod. 1887 (https://mylittlearsenal.blogspot.com/2020/01/sable-oficial-infanteria-mod.-1887.html).
La norma estipuló que el sable sería para el uso en los actos a caballo y la espada para actos a pie. Sin embargo, se ve que los oficiales, avispados ellos, comprobaron que el sable de marras pesaba mucho, se enredaba con todo cuando uno iba de cañas en la corte y era, en general, un incordio para la vida en el campo de batalla social y protocolario. Continuaron, por tanto, haciendo uso de la espada de ceñir excusándose con que "es que ando muy liado y no he tenido todavía tiempo de ir a comprar el sable". La procrastinación de los oficiales no gustó al legislador reglamentario que dos años después dictó la R.O. de 15 de octubre de 1889 en la que se concedía un plazo de un año a jefes y oficiales para que adquiriesen el sable es sustitución de la espada, cuyo uso quedaba prohibido al término de ese plazo.
La norma estipuló que el sable sería para el uso en los actos a caballo y la espada para actos a pie. Sin embargo, se ve que los oficiales, avispados ellos, comprobaron que el sable de marras pesaba mucho, se enredaba con todo cuando uno iba de cañas en la corte y era, en general, un incordio para la vida en el campo de batalla social y protocolario. Continuaron, por tanto, haciendo uso de la espada de ceñir excusándose con que "es que ando muy liado y no he tenido todavía tiempo de ir a comprar el sable". La procrastinación de los oficiales no gustó al legislador reglamentario que dos años después dictó la R.O. de 15 de octubre de 1889 en la que se concedía un plazo de un año a jefes y oficiales para que adquiriesen el sable es sustitución de la espada, cuyo uso quedaba prohibido al término de ese plazo.
4. Bibliografía
ALMIRANTE José, "Diccionario Militar", Madrid 1989 (reedicción), citado por L. CALVÓ en "Espadines y Espadas de Ceñir (I)", Enero 2006.
BARCELÓ RUBÍ Bernardo, “Armamento Portátil Español (1764 –
1939), una labor artillera”, Editorial San Martín, Madrid,
1976, ISBN 84-7140-138-X
CALVÓ Juan L., “Espadines y Espadas de Ceñir (I a IX)”,
Enero a Abril 2006
(http://www.catalogacionarmas.com)
CLONARD Conde de, "Historia Orgánica de las Armas de Infantería y Caballería Española", Madrid, 1851-1859. Citado por L. CALVÓ en "Espadines y Espadas de Ceñir (I)", Enero 2006.
Comentarios
Publicar un comentario